Mucho se ha estereotipado (chicos, eso quiere decir un modelo creado de cómo las personas son) al bibliotecario (a). Se le pinta o dibuja como una viejita con un moño o viejito calvo con gafas y mandando a callar a todos todo el tiempo, incapaces de conocer y entender los gustos de los jóvenes y siempre atados al pasado. Quizás algunos hayan aportado su granito de arena para que esto ocurra.
Pero la realidad es que se requiere de muchas destrezas y mucho estudio para lograr ser un bibliotecario (a). Se tiene que armonizar los recursos existentes en nuestra biblioteca con los recursos actuales. Se tiene que dominar las nuevas tecnologías sin olvidar las antiguas y hay que anticipar las necesidades de nuestros usuarios para que cuando lleguen se les pueda dar el mejor servicio.
Es cierto que aún este estereotipo vive, pero esperamos no sea por mucho. Son muchos los que ya hace mucho lo han roto y dirigen su atención a estar actualizados y auto educándose para que toda persona que busque de sus servicios, quede satisfecha y vuelva una y otra vez.
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