Durante noviembre estuve una semana...
Luego llegué muy débil y con una nueva responsabilidad, requisidora y conciliadora, ¡ufff! que se añadió a las 20,000 que tengo ...
Luego las cosas se complicaron en el lugar de trabajo y entre situaciones, clases, proyectos, un encendido por terminar y finales, sentí la presión del caos ...
...Pero gracias a mis estudiantes que siguieron laborando en las estampas, su ánimo, su espíritu, fue levantando la presión que sentía. Ellos fueron los que nos mostraron que ante la adversidad hay que seguir trabajando.
Y gracias a mis pequeños maestros puedo ahora sentarme a contar las maravillas que ellos hacen. Asi que a continuar!!!
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